La perspectiva de género busca construir una sociedad más justa para todas las personas, sin importar su género.
1. La Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, en su artículo 5º, fracción VI define la perspectiva de género como: “la metodología y los mecanismos que permiten identificar, cuestionar y valorar la discriminación, desigualdad y exclusión de las mujeres, que se pretende justificar con base en las diferencias biológicas entre mujeres y hombres, así como las acciones que deben emprenderse para actuar sobre los factores de género y crear las condiciones de cambio que permitan avanzar en la construcción de la igualdad de género.”
Por su parte la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida libre de Violencia en el artículo 5º, fracción IX la define como: “Es una visión científica, analítica y política sobre las mujeres y los hombres. Se propone eliminar las causas de la opresión de género como la desigualdad, la injusticia y la jerarquización de las personas basada en el género. Promueve la igualdad entre los géneros a través de la equidad, el adelanto y el bienestar de las mujeres; contribuye a construir una sociedad en donde las mujeres y los hombres tengan el mismo valor, la igualdad de derechos y oportunidades para acceder a los recursos económicos y a la representación política y social en los ámbitos de toma de decisiones"
2. En tanto, los lineamientos para incorporar la perspectiva de género en las reglas de operación e los programas presupuestales federales, como: “la metodología y los mecanismos que permiten identificar, cuestionar y valorar la discriminación, desigualdad y exclusión de las mujeres, que se pretende justificar con base en las diferencias biológicas entre mujeres y hombres, así como las acciones que deben emprenderse para actuar sobre los factores de género y crear las condiciones de cambio que permitan avanzar en la construcción de la igualdad de género”.
En 1995 como resultado de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer en China, se propuso la Plataforma de Acción de Beijing la cual incluyó esferas de preocupación primordial, entre las que se destaca la incorporación de la perspectiva de género en todos las corrientes principales de decisión en las acciones de los Estados. De ahí que, en los últimos 24 años, la perspectiva de género ha adquirido importancia como principio orientador e indispensable para el diseño de leyes, normas, planes de desarrollo y políticas públicas que impactan en la vida de las mujeres y para un desarrollo integral.
3.
Por mandatos establecidos en la ley que le da origen en 2001 y en la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres en 2006, el Instituto Nacional
de las Mujeres (INMUJERES) es el organismo rector de la Política Nacional para la Igualdad, en la cual, la perspectiva de género es una herramienta imprescindible.
La perspectiva de género es una herramienta clave reconocida legalmente y aplicada en políticas públicas, con el objetivo de eliminar desigualdades y construir una
sociedad más equitativa entre mujeres y hombres.
4.
La perspectiva de género es una forma de ver y entender el mundo que permite detectar y transformar las desigualdades que afectan a las mujeres por razones históricas,
sociales y culturales. No se trata solo de hablar de hombres y mujeres, sino de reconocer que existen estructuras de poder que han colocado a las mujeres en desventaja
y de actuar para cambiar esa realidad desde la raíz.
Este enfoque se ha convertido en una herramienta clave para promover una sociedad más equitativa, justa y democrática. Aplicarla implica analizar cómo influyen los
roles y estereotipos de género en la vida diaria y en las políticas públicas, y cómo estos pueden generar desigualdades en ámbitos como el trabajo, la educación, la
salud o la participación política. La idea no es tratar igual a todos, sino asegurar que cada persona tenga acceso real a las mismas oportunidades, sin importar su género.
En el caso de México, este enfoque ha sido respaldado por leyes y políticas concretas. El Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), creado en 2001, es la institución
encargada de promover políticas con perspectiva de género a nivel nacional. Gracias a su labor y a leyes como la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres y la
Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, el Estado mexicano ha avanzado en la creación de programas que buscan cerrar brechas y eliminar la discriminación.
Uno de los momentos más importantes en la historia de este enfoque fue la Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada en Beijing en 1995, donde se acordó que todos los
países debían incluir la perspectiva de género en sus políticas y decisiones públicas. A partir de ahí, se fortaleció el compromiso global con la igualdad sustantiva, es
decir, aquella que se refleja no solo en las leyes, sino también en los hechos y resultados.
Incorporar la perspectiva de género en las decisiones políticas y sociales no es una opción, sino una necesidad para lograr una sociedad más humana y justa. No busca confrontar a
mujeres y hombres, sino reconocer las diferencias, eliminar la injusticia y construir relaciones más equilibradas. Solo así se podrá alcanzar una verdadera igualdad en todos los
espacios de la vida.