Olimpia Coral Melo Cruz es una activista mexicana nacida en Puebla, conocida por ser la impulsora de la Ley Olimpia, un conjunto de reformas legislativas dirigidas a reconocer y sancionar la violencia digital en México.

Su activismo comenzó en 2014, cuando fue víctima de violencia digital después de que su expareja difundiera sin su consentimiento un video íntimo. Este hecho cambió su vida por completo, enfrentándose al acoso, la humillación pública y la revictimización por parte de las autoridades.

Ante la falta de un marco legal que protegiera a las víctimas de este tipo de delitos, Olimpia decidió transformar su dolor en acción. Inició una lucha incansable para que se reconociera la violencia digital como un delito, recorriendo congresos locales, impartiendo conferencias y organizando movimientos ciudadanos.

Su perseverancia dio frutos cuando en 2018 el estado de Puebla se convirtió en el primero en aprobar la "Ley Olimpia", marcando un precedente histórico. A partir de entonces, su lucha se expandió por todo el país, logrando que actualmente los 32 estados de México cuenten con legislación contra la violencia digital.

La historia de Olimpia Coral Melo representa la fuerza de las mujeres que convierten su dolor en poder colectivo, demostrando que una persona con determinación puede cambiar las leyes de todo un país.

La lucha de Olimpia Coral Melo representa uno de los movimientos sociales más importantes en la historia reciente de México en materia de derechos digitales y protección de las mujeres.

Su batalla comenzó de manera personal, pero rápidamente se convirtió en colectiva al descubrir que miles de mujeres en México enfrentaban situaciones similares de violencia digital sin tener protección legal alguna.

Entre las principales acciones de su lucha se encuentran:

• Activismo legislativo: Presentación de iniciativas en congresos locales y federal para tipificar la violencia digital.
• Concientización pública: Charlas, conferencias y talleres sobre los riesgos de la violencia digital y cómo combatirla.
• Creación de redes de apoyo: Establecimiento de grupos de ayuda para víctimas de violencia digital.
• Incidencia internacional: Su lucha ha inspirado movimientos similares en otros países de América Latina.

Uno de los mayores logros de su lucha fue la aprobación de la Ley Olimpia a nivel federal en 2021, que modificó el Código Penal Federal para incluir como delito la violencia digital, con penas de 3 a 6 años de prisión.

Actualmente, Olimpia continúa su lucha a través del Frente Nacional para la Sororidad, organización que fundó para seguir trabajando por los derechos digitales de las mujeres y contra todas las formas de violencia de género.

La incansable labor de Olimpia Coral Melo ha sido reconocida tanto a nivel nacional como internacional, posicionándola como una de las activistas más influyentes en la defensa de los derechos digitales.

Premios y distinciones nacionales:

• Premio Nacional de Juventud 2019 en la categoría de Igualdad de Género.
• Reconocimiento del Senado de la República por su contribución a la legislación mexicana en materia de violencia digital.
• Premio "Mujer Tec" 2020 del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey.
• Distinción "Mujer Inspiradora" por parte de diversas organizaciones feministas mexicanas.

Reconocimientos internacionales:

• Incluida en la lista de la BBC de las 100 mujeres más influyentes del mundo en 2019.
• Reconocimiento por la Organización de Estados Americanos (OEA) por su labor en la defensa de los derechos humanos en el entorno digital.
• Invitada especial en foros internacionales como la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información y el Foro Generación Igualdad de ONU Mujeres.
• Su caso ha sido estudiado en universidades de Estados Unidos, Europa y América Latina como ejemplo de activismo digital exitoso.

Además de estos reconocimientos formales, el mayor logro de Olimpia ha sido el impacto social de su trabajo: la creación de un marco legal que protege a millones de personas de la violencia digital y la inspiración que representa para nuevas generaciones de activistas.